sábado, 14 de noviembre de 2009


Desde el respeto, desde la tolerancia que para nosotros quisiéramos, ejecutaremos nuestra opinión sobre los demás, con el prisma de la amplia sonrisa contemplaremos los hechos y realidades de las personas que confluyen en el mismo espacio de la vida y su respirar.

Con ternura y cordialidad emitiremos palabras que construyan y no dañen jamás.
La bondad es una tarta que todos debiéramos degustar.

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