
¡Insisto¡ practicar “la relativización” en aquello que nos agrede desde el exterior , de ese exterior que nos rodea y llega a nosotros con instantes o acontecimientos desagradables, bien sea palabras ofensivas, actitudes…. de esas personas que confluyen en nuestro entorno.
A veces llegan estas cosas que nos agreden en forma de noticias que interfieren y molestan nuestro sentir y nuestro andar por la vida. No podemos permitirnos que ello nos genere un sentimiento de angustia o frustración y para ello, tenemos que provocar un sentimiento positivo que fluya desde nuestros adentros, ¡desde nuestro corazón! Y ello os hará comprobar que aunque atemperar al principio de esta práctica nos cueste infinito a la larga irá creciendo y será una dinámica de nuestro estado de calma, que nos llenará de bienestar, paz y felicidad. ¡Ya lo sabéis amigos, atemperar y relativizar!
Hasta pronto.
Trinidad Canel.
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