Las mujeres tenemos que modificar nuestra expresión cara a muestras parejas, novios, maridos etc.Pues tenemos la complicada costumbre de hablar en un dialecto femenino subliminal, en el que vamos dejando pistas como “pulgarcito” que luego no las tenia por que se las comieron los pájaros, ¡aquí no las come el hombre por que no las ve!
Y con esto de ir dejando un mensajito por aquí, una pista por allá, obligando a nuestro romeo a que descifre nuestro código emocional, ¡lo que les resulta totalmente imposible! pues el hombre que ya de entrada dice: “Que la mujer es un mapa, que les resulta incomprensible e imposible, pues él, el hombre, es práctico, claro y conciso.
Y las mujer para darse cuenta, tan sólo tiene que observarlo, cuando busca una calle que desconoce, antes de parar el coche, bajar la ventanilla y sencillamente preguntar donde esta la dirección que busca, va dado tantas vueltas y andado lo suficientes kilómetros como para cambiar de frontera y de país, así que mis queridas niñas, ¡razonemos! no nos hagamos las incomprendidas y en vez de ir dejando galimatías de mensajes subliminales e incomprendidos y luego hacernos las victimas, hablemos claro sobre aquello que queremos, como lo queremos y que nos haría felices, y así evitaremos sentirnos angustiadas, frustradas e incomprendidas, pensando que nuestro romeo no nos presta la suficiente atención y que por ello no nos comprende, hablemos con sencillez sobre aquello que nos gustaría vivir, ¡mis niñas hagamos que la vida, nos resulte más grata con estos pequeños cambios!
Hasta pronto.
Trinidad Canel
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